Un cristiano, condenado a muerte en territorio musulmán, se compromete a traer la mandrágora, planta considerada en aquella época como capacitada para proporcionar resultados extraordinarios en determinadas situaciones, para que el viejo cadí de la región pudiera tener hijos varones, lo que hasta entonces no había conseguido, conservando la vida mientras llevase a cabo esta empresa y dejando a su hija Lara cautiva, como prenda para obligarle a cumplir el trato que ambos habían establecido.
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