ARTEAGA, A. de, El marqués de Santillana,
Martínez Roca, Madrid, 2009, 415 pág. (tema 6).
Marzo de 1458. Íñigo López de Mendoza, célebre literato conocido por su
título nobiliario, ha muerto. Su hija Mencía, quizá la más apreciada, abandona
el velatorio y encuentra en la biblioteca, escondidas en un cajón, las memorias
escritas por su padre. Este es el medio que utiliza la autora, descendiente
directa de tan ilustre antepasado, para novelar la vida de uno de los nobles
más relevantes en los reinados de Juan II y Enrique IV de Castilla, periodo
dominado en gran parte por la figura del valido Álvaro de Luna.
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