Ramón tenía dificultades con su madre, en especial por un problemilla, y también en las horas de la comida y los alimentos. Sin
embargo, cuando jugaba en la calle, con los chicos del barrio, se convertía en
el líder indiscutible, un tal Alí Pérez, por las historias que inventaba y
conseguía desarrollar en cualquier medio próximo a su ambiente. El plan de su
amigo Cipri -mudo, sordo, ciego, con hambre insaciable- dará resultados y se
pronunciarán las palabras mágicas que resolverán la situación…
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