PRESSLER, M., Chocolate
amargo (1980), Salvat/Alfaguara, Barcelona, 1987, 130 pág.; traducción, A.
Dieterich (temas 9 y 11).
Debido
a su peso, Eva se siente al margen de las compañeras de instituto.
Además, tanto ella como su madre, ante circunstancias difíciles, reaccionan
consumiendo productos altamente calóricos, no solo chocolate. Al conocer a Michel,
la joven consigue un punto de apoyo, consolidado con Franciska, la compañera de
pupitre, que refuerzan su confianza y seguridad para renunciar a soluciones
fáciles y triunfar sobre las debilidades…
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