Fernando, huérfano al morir su padre en Alarcos (1195), ayuda a huir del campo de batalla al rey de Castilla, Alfonso VIII. A partir de entonces servirá como escudero a don Rodrigo de Coca en Toledo, conociendo a Inés, con la que compartirá su tiempo libre, descubriendo una conjura para envenenar al monarca. Además, será instruido por fray Mateo, a quien acompaña, junto con su señor, en una embajada a Roma, consiguiendo la unión de los cristianos en Las Navas de Tolosa (1212), donde descubrirá, por fin, al traidor.
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