ALONSO, F., El misterioso influjo de la
barquillera, Miñón, Valladolid, 1985, 94 pág.; ilustraciones, T. Gatagán
(tema 7).
Desde niño el protagonista
soñaba con escribir cuentos, pero las obligaciones se lo impidieron hasta que,
ya adulto, dejó su trabajo como contable y decidió cumplir su deseo. Incluso se
cambió de nombre. Pero los ahorros disminuían y no había manera de escribir.
Por eso decidió trabajar fabricando barquillos y contar cuentos a sus clientes,
especialmente a los niños. Y cuando se dio cuenta de que ya dominaba la forma
de narrarlos pudo, por fin, pasarlos a papel…
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